QUIROPRÁCTICO ESCOLIOSIS BILBAO
Alivio de los síntomas de la escoliosis
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Te ayudamos con los síntomas de la escoliosis
La escoliosis tiene varios orígenes. Existe una posible predisposición genética, trastornos posturales en los niños, así como esfuerzos físicos repetidos, intensos o prolongados, como poner un pie debajo de una nalga al escribir, cruzar las piernas en la infancia, una mochila demasiado pesada, etc.
Cualquiera que sea su origen, la escoliosis evoluciona muy raramente después del final de la osificación, que suele ser alrededor de los 21 años. Por eso los resultados de las radiografías son menos importantes y menos rápidos después de los 21 años. Por lo tanto, en el caso de la escoliosis, debe llevar a su hijo al quiropráctico lo antes posible para aprovechar la maleabilidad de un cuerpo que aún no se ha osificado completamente.
Podemos mejorar o detener la evolución de la escoliosis
No siempre podemos hacer milagros, pero los resultados sobre la función vertebral y la postura son siempre buenos. Las mejoras en las radiografías son menos sistemáticas, pero como el objetivo principal es funcionar bien y encontrar un estado de equilibrio, los pacientes suelen estar muy satisfechos con los resultados.
Mejorar
Mejorar los síntomas de la escoliosis
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Ralentizar la evolución de la escoliosis
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Detener la evolución de la escoliosis
Te ayudamos a corregir la escoliosis
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Nuestros pacientes suelen presentar los siguientes síntomas
- Dolor de espalda
- Ciática
- Estrés
- Sistema inmunológico
- Fatiga y cansancio
- Posturas
- Articulaciones y tendinitis
¿CÓMO PUEDE AYUDAR LA QUIROPRÁCTICA?
La quiropráctica te ayuda a mejorar tu calidad de vida
Si tiene escoliosis y tiene más de 21 años, el trabajo que proponemos se centra principalmente en la función de la columna vertebral, lo que permite una bonita mejora de la calidad de vida en la gran mayoría de los casos, pero no debe esperar grandes radiografías de seguimiento, aunque a veces hay agradables sorpresas.
La escoliosis puede provocar, según su nivel de gravedad y su estado funcional, o bien nada en el mejor de los casos, tensiones, dolores, rigidez vertebral, una disminución de las funciones vertebrales, dificultades respiratorias o incluso cardíacas, dolores de cabeza, problemas de concentración, fatiga excesiva, irritabilidad, deformaciones costales.
En caso de postura escoliótica o escoliosis, no dude en visitar a un quiropráctico para comprobar si puede ayudarle (o a su hijo) o no. Acude con radiografías y otras imágenes para tener la mayor información posible, lo más precisa posible, y ofrecerte una atención lo más personalizada posible.